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Las primeras manifestaciones de la Revolución rusa


Las primeras manifestaciones de la Revolución rusa se dieron en febrero de 1917 y ante la imposibilidad de controlar la situación, Nicolás II abdicó al trono el 15 de marzo de ese mismo año.12 Anastasia y su familia fueron puestos bajo arresto domiciliario en el Palacio de Alejandro, en Tsárskoye Seló. Como las fuerzas bolcheviques se acercaban, Aleksandr Kérensky —que formaba parte del gobierno provisional— trasladó a la familia a Tobolsk, en Siberia.13 Después de que los bolcheviques tomaron el control de la mayor parte de Rusia, Anastasia y su familia fueron trasladados de nuevo, esta vez a la casa Ipátiev en Ekaterimburgo.

Tras la abdicación de Nicolás II, Rusia entró precipitadamente en una guerra civil. Las negociaciones para la liberación de la familia imperial entre los bolcheviques y el resto de la familia, muchos de ellos importantes miembros de casas reales europeas, se suspendieron.15 El Movimiento Blanco —compuesto por fieles seguidores del Zar y de los principios de la autocracia—, cuyo brazo militar era conocido como Ejército Blanco o Guardia Blanca, avanzó sobre Ekaterimburgo poniendo al Ejército Rojo en una situación precaria. Cuando los «blancos» llegaron a la ciudad, la familia imperial simplemente había desaparecido. La teoría más ampliamente aceptada fue que habían sido ejecutados. A esta conclusión llegó Nicolás Sokolov, investigador del Movimiento Blanco, basándose en el descubrimiento de algunos artículos personales de la familia imperial que fueron encontrados en un pozo situado en la mina Ganina Yama.

Según la historiografía tradicional, Anastasia fue asesinada junto a toda su familia la noche del 17 de julio de 1918 en el sótano de la casa Ipátiev en Ekaterimburgo. Su muerte fue verificada por varios testigos presenciales. Yákov Yurovski, el comisario chequista encargado de la ejecución, declaró que toda la familia imperial, incluyendo a Anastasia y su séquito, habían sido ejecutados.

Sin embargo, también hubo algunos testigos presenciales que aseguraron que Anastasia había sobrevivido a la matanza. Entre ellos estaba el sastre vienés Heinrich Kleibenzetl, que vivía y trabajaba frente a la casa Ipátiev, pero no pudo aportar más prueba que su testimonio ante un tribunal en la década de 1960.18

El 27 de febrero de 1920, una joven intentó quitarse la vida en Berlín saltando del puente Bendler al Landwehrkanal. Fue rescatada por un sargento de policía y admitida en el Hospital Elisabeth de Lützowstrasse.19 Como no traía papeles y rehusó identificarse, fue admitida como Fräulein Unbekannt —señorita desconocida— en un hospital psiquiátrico en Dalldorf —que ahora corresponde a Wittenau, en Reinickendorf—, donde permanecería durante los siguientes dos años.20 Tenía cicatrices en su cabeza y abdomen.21 Cuando la interrogaron habló en alemán, con un acento descrito por el personal médico como «ruso».

A principios de 1922, Clara Peuthert, una compañera del psiquiátrico, aseguró que la mujer desconocida era la gran duquesa Tatiana, una de las cuatro hijas del zar Nicolás II de Rusia: Tatiana, Olga, María y Anastasia.23 A su salida del hospital, Peuthert buscó al capitán Nicholas von Schwabe, un emigrado ruso, y le dijo que había visto a Tatiana en Dalldorf.24 Schwabe visitó el hospital y aceptó a la mujer como Tatiana.25 Además convenció a otros emigrados de visitar a la mujer desconocida, incluyendo a Zinaida Tolstoy, una amiga de la zarina Alejandra. Finalmente, la baronesa Sophie Buxhoeveden, una antigua dama de compañía de la Zarina, visitó el hospital acompañando a Tolstoy. En cuanto vio a la mujer, Buxhoeveden declaró: «es demasiado pequeña para ser Tatiana»,26 y salió convencida que la mujer no era la Gran Duquesa.27 Unos días más tarde, la desconocida aclaró: «yo no dije que era Tatiana».

Una enfermera de Dalldorf, Thea Malinovsky, afirmó años después de que la paciente saliera del hospital, que le había dicho que ella era Anastasia en el otoño de 1921.29 Sin embargo, la misma paciente no podía recordar el incidente.30 Sus biógrafos han ignorado la afirmación de Malinovsky,31 o apenas la mencionan en su narrativa.

Alemania y Suiza (1922 - 1927)

Hacia mayo de 1922, la mujer había convencido a Peuthert, Schwabe y Tolstoy de ser Anastasia. Buxhoeveden dijo que no había ninguna semejanza.32 Fue sacada del hospital y recibida en Berlín, en casa del barón Arthur von Kleist, un emigrado que había sido jefe de policía en la Polonia rusa antes de la caída del Zar. El policía de Berlín que manejó el caso, el detective inspector Franz Grünberg, pensaba que Kleist «podría haber tenido motivos ulteriores, como se sugirió en círculos émigré: si las viejas condiciones alguna vez eran restauradas en Rusia, esperaba tener un gran avance por haber cuidado de la joven».

Ella comenzó a usar el nombre de Anna Tschaikovsky,34 35 aunque Peuthert «la describiera por todas partes como Anastasia».36 Tschaikovsky se quedó en las casas de sus conocidos, incluyendo a Kleist, Peuthert, una familia pobre de clase obrera llamada Bachmann y en la propiedad del inspector Grünberg en Funkenmühle, cerca de Zossen.

En Funkenmühle, Grünberg le pidió a la hermana de la Zarina, la princesa Irene de Hesse-Darmstadt, que se encontrara con ella, pero Irene no la reconoció.38 Grünberg también arregló una visita de la princesa Cecilia de Prusia, pero Tschaikovsky se rehusó a hablar con ella y Cecilia quedó confusa con el encuentro.39 Más tarde, en los años 1950, Cecilia firmó una declaración afirmando que Tschaikovsky era Anastasia,40 pero sus familiares disputaron la declaración y sugirieron que sufría de demencia.

Hacia 1925, Tschaikovsky había desarrollado una infección tuberculosa en un brazo y fue internada en una sucesión de hospitales para su tratamiento. Enferma y cerca de la muerte, perdió mucho peso.42 Fue visitada por el mozo de cámara de la Zarina, Alexei Volkov; el tutor de Anastasia, Pierre Gilliard; su esposa, Shura, que había sido niñera de Anastasia y la hermana del Zar, la gran duquesa Olga Aleksándrovna Románova. Aunque expresaron compasión, quizá sólo por la enfermedad de Tschaikovsky, y no hicieron ninguna declaración pública inmediata, finalmente todos negaron que fuera Anastasia.

En marzo de 1926 convaleció en Lugano con Harriet von Rathlef, a cargo del tío abuelo de Anastasia, el príncipe Valdemar de Dinamarca, quien estaba dispuesto a brindar ayuda material a Tschaikovsky por medio del embajador danés en Alemania, Herluf Zahle, mientras su identidad era investigada.44 Para permitirle viajar, la Oficina de Extranjería de Berlín le emitió un certificado temporal de identidad como «Anastasia Tschaikovsky», con los datos personales de la Gran Duquesa.

Después de una discusión con von Rathlef, fue trasladada en junio de 1926 al Sanatorio Stillachhaus en Oberstdorf, en los Alpes bávaros, y von Rathlef fue devuelta a Berlín.

En Oberstdorf, fue visitada por Tatiana Melnik —antes Botkin—. Melnik era sobrina de Serge Botkin, jefe de la oficina de refugiados rusos en Berlín, e hija del doctor Eugene Botkin, médico personal de la familia imperial, que había sido asesinado por los comunistas junto a la familia del Zar en 1918. Tatiana había conocido a la gran duquesa Anastasia cuando era niña y había hablado con ella por última vez en febrero de 1917.47 Para Melnik, Tschaikovsky se parecía a Anastasia, aunque dijo: «la boca ha cambiado y se ha vuelto perceptiblemente vulgar y debido a que la cara es tan delgada, su nariz luce más grande de lo que era».48 Melnik escribió en una carta: «Su actitud es la de un niño y no puede ser contada totalmente como un adulto responsable, sino que debe ser conducida y dirigida como un niño. No sólo ha olvidado los idiomas, en general perdió la capacidad de narrar con exactitud [...] aún las historias más simples las dice incoherente e incorrectamente; son realmente sólo palabras enlazadas en un alemán de gramática extremadamente incorrecta [...]. Su defecto es obviamente en su memoria y discernimiento».49 Melnik declaró que Tschaikovsky era Anastasia y consideró que cualquier incapacidad de su parte para recordar los acontecimientos y su rechazo a hablar en ruso, eran causados por su deteriorado estado físico y psicológico.50 Ya fuera por un deseo sincero «de ayudar a la débil memoria de la paciente»,51 o como parte de un embuste deliberado,2 Melnik entrenó a Tschaikovsky con detalles de la vida de la familia imperial.

Últimos años (1968 - 1984)

Botkin vivía en la ciudad de universitaria de Charlottesville, Virginia, y uno de sus amigos locales, el profesor de Historia y genealogista John Eacott Manahan, pagó el viaje de Anderson a los Estados Unidos.112 Entró al país con una visa de visitante de seis meses y poco antes de que expirara se casó con Manahan, que era veinte años menor, en una ceremonia civil el 23 de diciembre de 1968. Botkin fue el padrino.113 Jack Manahan disfrutaba de este matrimonio por conveniencia,114 y se describía como «el Gran Duque en espera»,115 o «el yerno del Zar».116 La pareja vivió en dormitorios separados en una casa dentro del círculo universitario de Charlottesville y también poseían una granja cerca de Scottsville.117 Botkin murió en diciembre de 1969.118 En febrero del año siguiente los pleitos legales finalmente terminaron, ninguno de los lados logró establecer la identidad de Anderson.

Jack y Anderson, ahora llamada legalmente Anastasia Manahan,113 fueron conocidos en el área de Charlottesville por su excentricidad.4 120 Aunque Jack Manahan era rico, vivían en la miseria con numerosos perros y gatos y montones de basura.4 121 El 20 de agosto de 1979, Anderson fue llevada al Hospital Martha Jefferson de Charlottesville con una obstrucción intestinal. Le fue extirpado un tumor gangrenoso y una porción de intestino por el doctor Richard Shrum.

Con la salud de ambos debilitada, Anderson fue internada en un asilo en noviembre de 1983, y el abogado William Preston fue designado su guardián por el tribunal local de circuito.123 Días más tarde, Manahan «secuestró» a Anderson del hospital,124 durante tres días condujeron por los alrededores de Virginia y comían en el exterior de tiendas de conveniencia. Después de una alarma policíaca en trece estados fueron encontrados y Anderson fue devuelta a las instalaciones de cuidado.125 En enero pudo haber tenido un derrame cerebral y el 12 de febrero de 1984 murió de pulmonía.126 Fue incinerada el mismo día y sus cenizas posteriormente enterradas en el cementerio del castillo de Seeon, el 18 de junio de 1984.

Pruebas de ADN

En 1991, los cuerpos del zar Nicolás II, la zarina Alejandra y tres de sus hijas fueron exhumados de una fosa común cerca de Ekaterimburgo. Se les identificó tanto por análisis esquelético, como por pruebas de ADN.127 Por ejemplo, se usó ADN mitocondrial para establecer relaciones maternas y el ADN mitocondrial de los huesos femeninos coincidió con el del príncipe Felipe, duque de Edimburgo, cuya abuela materna, la princesa Victoria de Hesse-Darmstadt, era hermana de Alejandra.127 128 Los cuerpos del zarévich Alexei y la hija restante fueron descubiertos en 2007. Pruebas de ADN repetidas e independientes confirmaron que los restos encontrados eran de los siete miembros de la familia Romanov y demostraron que ninguna de las cuatro hijas del Zar sobrevivió a la ejecución.

Una muestra de tejido de Anderson, parte de su intestino extirpada durante su operación en 1979, fue almacenada en el Hospital Martha Jefferson de Charlottesville, Virginia. El ADN mitocondrial de Anderson fue extraído de la muestra y comparado con el de los Romanov y sus familiares. No coincidió con el del Duque de Edimburgo o el de los huesos, confirmando que Anderson no era Anastasia. Sin embargo, la muestra sí coincidió con el ADN proporcionado por Karl Maucher, sobrino nieto de Franziska Schanzkowska, indicando que Maucher y Anderson estaban relacionados por línea materna y que Anderson era Schanzkowska.2 7 128 Cinco años después de realizar la prueba original, el doctor Terry Melton del Departamento de Antropología, de la Universidad Estatal de Pensilvania, declaró que la secuencia de ADN que liga a Anderson con la familia Schanzkowska seguía «siendo única», aunque la base de datos de patrones de ADN del Laboratorio de Identificación de las Fuerzas Armadas había crecido mucho, lo que conducía a «incrementar la confianza de que Anderson era en realidad Franziska Schanzkowska».

Asimismo, algunos cabellos de Anderson encontrados dentro de un sobre en un libro que perteneció a su marido, Jack Manahan, también fueron probados. El ADN mitocondrial del cabello coincidió con la muestra de tejido del hospital y la de Karl Maucher, pero no con los restos de los Romanov o con sus parientes vivos.

Evaluación

Aunque los bolcheviques habían asesinado a toda la familia imperial de los Romanov en julio de 1918, incluso a la gran duquesa Anastasia de diecisiete años, la desinformación comunista alimentó durante muchos años los rumores de que algunos miembros de la familia del Zar habían sobrevivido.133 Los contradictorios rumores sobre la suerte de la familia permitieron a los impostores hacer reclamaciones falsas de ser un Romanov sobreviviente.

La mayoría de los impostores fueron descartados, sin embargo, la reclamación de Anderson persistió.135 Algunos libros y panfletos apoyando sus afirmaciones incluían el de Harriet von Rathlef, Anastasia, ein Frauenschicksal als Spiegel der Weltkatastrophe —Anastasia, el destino de la mujer como un espejo de la catástrofe mundial—, publicado en Alemania y Suiza en 1928, aunque fue serializado por el diario Berliner Nachtausgabe en 1927. Fue contrarrestado por obras como La Fausse Anastasia —La falsa Anastasia— de Pierre Gilliard y Constantin Savitch, publicado por Payot de París en 1929.136 Los testimonios conflictivos y las evidencias físicas, como la comparación de las características faciales, que alternativamente apoyaban y contradecían los argumentos de Anderson, se emplearon para reforzar o contrarrestar la creencia de que era Anastasia.137 En ausencia de cualquier prueba documental directa o evidencia física sólida, la cuestión de si Anderson era Anastasia fue para muchos «un asunto de creencia personal».138 Como la misma Anderson dijo en su propia forma de expresarse en inglés: «Usted lo crea o no lo crea. No importa. En cualquiera de las formas que sea».139 Los tribunales alemanes no fueron capaces de decidir sobre su reclamación en un sentido o en otro, y finalmente, después de 40 años de deliberación, declararon que «no estaba establecida, ni refutada».140 El doctor Günter von Berenberg-Gossler, abogado de los oponentes de Anderson en los últimos años de la causa judicial, explicó que durante los procesos alemanes «la prensa siempre estuvo más interesada en reportar su lado [de Anderson] de la historia, que la perspectiva menos atractiva del bando opuesto, los editores a menudo presionaban a los periodistas a reportar los informes testimoniales presentados a su favor e ignorar las refutaciones, por lo que el público rara vez obtenía un panorama completo».

En 1957, una versión de la historia de Anderson reconstruida por sus partidarios e intercalada con comentarios de Roland Krug von Nidda, fue publicada en Alemania bajo el título Ich, Anastasia, Erzähle —Yo, Anastasia, una autobiografía—.142 En el libro se incluía un «cuento fantástico»,143 según el cual Anastasia escapó de Rusia en un carromato con un hombre llamado Alexander Tchaikovsky, con quien se casó y tuvo un hijo, posteriormente este hombre fue asesinado a tiros en una calle de Bucarest, y el niño, Alexei, desapareció en un orfanato. Incluso los partidarios de Anderson admitieron que los detalles de la supuesta fuga «podían parecer una atrevida fantasía, hasta para un dramaturgo»,144 mientras que sus detractores la consideraron «una historia poco creíble, como una pieza romántica inverosímil».144 Otras obras basadas en la premisa de que Anderson era Anastasia, escritas antes de las pruebas de ADN, incluyen las biografías de Peter Kurth Blair y James Lovell. Las más recientes biografías de John Klier, Robert Massie y Frances Welch, que la describen como una impostora, fueron escritas después de que las pruebas de ADN demostraron que no era Anastasia.

Las evaluaciones varían en cuanto a si fue un fraude deliberado, una joven mujer traumatizada que buscaba adoptar una nueva identidad o que era utilizada por quienes la apoyaban para sus propios fines. Pierre Gilliard la acusó de ser «una astuta psicópata».2 145 El escritor Michael Thornton pensaba: «en alguna parte del camino ella rechazó y perdió a Schanzkowska. Perdió a esa persona totalmente y aceptó ser esta nueva persona. Creo que ocurrió por accidente y luego fue arrastrada por una ola de euforia».146 Lord Mountbatten, primo hermano de los niños Romanov, creía que sus partidarios «simplemente se hacen ricos con las regalías de los nuevos libros, artículos en revistas, obras de teatro, etc».147 El princípe Michael Romanov, nieto de la gran duquesa Xenia Alexandrovna de Rusia, declaró que la familia siempre supo que Anderson era un fraude, y que la veían a ella y a «ese circo de tres pistas danzando a su alrededor, con la creación de libros y películas, como un vulgar insulto a la memoria de la familia imperial».